Sabéis quienes me seguís que soy ikeadicta, que soy una gran defensora de la marca y que en mi casa tengo muchas piezas de los suecos. Pero hay veces que Ikea me desconcierta. Son los misterios de Ikea. Alfombras que salen como novedad, pasado un mes vas a comprarla porque te has enamorado desde que la has visto y te dicen que han dejado de traerla a tu tienda, pero dos años después sigue vendiéndose en todas las demás. Cómodas que descatalogan en un solo color (el que tú necesitas), te buscas la vida para buscar otro mueble para ese hueco, y años después vuelven a ponerlo a la venta como novedad. Y bueno, ya sabemos cómo va el tema de las descatalogaciones repentinas, que de repente te quedas colgada con media habitación montada... (sí, los ejemplos son reales, me han pasado)
Otro caso misterioso es el de esta mesa, la mesa Göran.
Es una mesa con muchísimas posibilidades, porque plegada puede meterse bajo una cama, detrás de una puerta o simplemente apoyada en la pared como veremos ahora, y abierta puede servir de escritorio, mesa de comedor, mesa auxiliar e incluso mesa de trabajo. De conglomerado de abedul, su precio, estupendo: 29,99 € (raruno, por cierto, que aquí solemos ser más de 29,95 €)
La vi hace unos meses anunciada como novedad y con hack (tuneo) incluido. Esperé a que llegara el nuevo catálogo y las novedades en septiembre y no la vi por ningún lado, pero pasados unos meses, de repente un día busco en la web y... ¡tachán!, ¡la mesa Göran! Pero como la alegría dura poco en la casa del pobre que dice mi madre, voy a disponibilidad y oh, sorpresa, ¡no la venden en ningún Ikea de España!
Si alguien sabe cómo funcionan estas cosas, si alguien ha trabajado en Ikea y controla de esto, que nos cuente cómo va porque yo estoy intrigadísima. Estoy pensando en llamar a Friker.