Si tienes cuatro niños pequeños en casa, puedes luchar contra ellos (cuando ves que peligran tus muebles de diseño), o aliarte con ellos. En este caso se decantaron por la segunda opción de forma superlativa, y el resultado es una casa en la que hay camas por todas partes, las obras de arte que cuelgan de las paredes son dibujos infantiles, un armario en un pasillo se aprovecha para hacer un cambiador y un almacén juguetero, los muebles de anticuario guardan colecciones de muñecos, los peluches campan a sus anchas, el suelo está lleno de alfombras que invitan a jugar en el suelo, y el color es protagonistas de todos y cada uno de los rincones.
Me encantaría tener una casa como esta, con techos altos que permiten poner camas casi en el techo como árboles en los que jugar a resguardo, y muchas habitaciones para llenar de cunas, cambiadores, jugueteros, dibujos, regalos del día de la madre, fotos con los amiguitos de la guarde, alfombras mulliditas, muchas cajas y cestos, estanterías por todas partes, vitrinas color turquesa y cojines grandes que no molesten al pasar.
¿Creéis que en una casa con niños hay que sacrificar el diseño por la comodidad o se pueden compatibilizar ambas cosas? ¿Llegaríais a convertir vuestra casa en un paraíso para los niños como en este caso, o creéis que con tener algunas zonas para ellos no es necesario invadir toda la casa con las cosas de los pekes? ¡Espero vuestros comentarios!
(Las fotos crecen al clickar sobre ellas para poder ver todos los detalles, que son muchos)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas con la opción de "anónimo", puedes poner tu nombre o nick al final del comentario para que sepamos quién eres. ¡Gracias!